Mis pies se despegaban de la tierra. De pronto la ciudad no era más que un distante punto que se perdía en la inmensidad de la galaxia.
El guerrero rojo me miraba retadoramente, siendo lo único que detenía mi camino hacia tu asteroide.
Como un rayo fulminante, lanzó su primer ataque, pero en ese momento, tu luz resplandeció como un fuego que se desprendía de mi pecho. Todo fue luz.
Cuando pasó la explosión, desperté una vez más en tus brazos y, mientras llegaba el amanecer, volví a cerrar los ojos, mientras tú cuidabas mi sueño..
El guerrero rojo me miraba retadoramente, siendo lo único que detenía mi camino hacia tu asteroide.
Como un rayo fulminante, lanzó su primer ataque, pero en ese momento, tu luz resplandeció como un fuego que se desprendía de mi pecho. Todo fue luz.
Cuando pasó la explosión, desperté una vez más en tus brazos y, mientras llegaba el amanecer, volví a cerrar los ojos, mientras tú cuidabas mi sueño..